El estrecho de Messina separa la isla de Sicilia de la península italiana. La considerable distancia existente entre ambas y la gran profundidad del mar en el estrecho han impedido en el pasado construir un puente y las dificultades geológicas de la zona, que incluyen riesgos sísmicos importantes, han desaconsejado siempre optar por la alternativa de un túnel para crear un enlace fijo entre la isla y la península.
Sin embargo los avances que han tenido lugar en épocas recientes en materia de diseño y construcción de puentes han permitido que se hayan realizado los estudios preliminares para la construcción de un puente colgante con un único vano que acabaría finalmente con el aislamiento de Sicilia.
La solución elegida en la propuesta final serviría para tráfico combinado de ferrocarril y de carretera, tendría un vano de 3300 m de longitud, y sería capaz de soportar velocidades de viento de 216 km/h y terremotos de 7.1 en la escala Richter. Por todo ello se trata del proyecto de puente más ambicioso técnicamente realizado hasta ahora.
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